Cada hora posee un hueco a través del cual podría despeñarse todo el tiempo



No existen palabras. Este es el punto de partida irresoluble del problema. Nada hay que se esconda detrás de estos signos que nos vemos resignados a forzar sino un glaciar de ruido y frío que avanza por el impulso de todos y el deseo de ninguno.


Este es el inicio.


La asunción de humildad necesaria para aquel que cree escribir en piedra. De la intuición a lo escrito el sentido muta. De una lectura a otra se resquebraja. Y porque así siempre será, nada queda sino la deriva. Abraza los despojos de voz que seas capaz de erigir y, con la mayor inconsciencia, salta de uno a otro retrasando en la medida de lo posible el desaparecer que es el poema.





1 comentario:

  1. La palabra sólo se hace poesía en la ruptura.
    La poesía es por ello la única palabra cierta: el abismo.

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