Escucho sin mirar y así veo



Receta: Schelling + Lacan + Jose Luis Molinuevo + Pessoa + estío santanderino.


El ámbito de lo real permanece refractario a nuestro finito conocimiento. El corazón del que se escapan los latidos es la materia negra que la razón -por definición- nunca podrá ver. Debemos conformarnos en vagar de lo simbólico a lo imaginativo, de la palabra llena a la palabra vacía, huyendo, si cometemos la desgracia de rozar aquello de lo que la palabra no sabe hablar.


No existen los acordes musicales puros: en la raíz de todo está el engaño. Sólo así se nos hace soportable el mundo. Werckmeister lo supo.


¿Está la belleza en la mentira que se hace pasar por verdad? ¿O, acaso, en la fracción de lo “real” que refulge en el ídolo?


Dudo de calificar la pregunta de capital o de anecdótica. En todo caso, sí lo haré como irrespondible.





4 comentarios:

  1. "El gusto del secreto" Jacques Derrida y Maurizio Ferraris. Amorrotu ed. Toca de lleno.

    pero... y si hay belleza en tu pregunta? Tal vez lo que al parecer no puede estar unido tampoco podría a-parecerse sin su otro.

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  2. "si la transparencia de la inteligibilidad estuviera garantizada, destruiría el texto, demostraría que no tiene porvenir, que no rebasa el presente, que de inmediato se consume; entonces, cierta zona de desconocimiento e incomprensión es también una reserva y una posibilidad excesiva: una posibilidad para el exceso de tener un porvenir y, por consiguiente, de generar nuevos contextos."

    Del libro que comentas. Amén.

    Ahora estoy leyendo un libro titulado "El arte y su sombra" de Mario Perniola. Habla de la idiocia de reducir el arte a simple obra o a mero acto comunicativo. De cómo cada obra "tiene un núcleo incomunicable que es la fuente de una infinitud de interpretaciones".

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  3. De eso va la cosa, entonces, de la interpretación del significante en relacion con los otros significantes del texto y no en relación con una realidad a la que, en última instancia, representan. Si la textualidad no tuviera porvenir se disolvería en el presente y es, ese "por venir", esa incapacidad de ser presente absoluto interpretativo, lo que posibilita su historia de lectura, su imposibilidad como deseo de ser presente. No sé por qué lo llama exceso, por otro lado. Por eso siempre hablo de "aperturas" mediante las estratéigias (estratégia como apuesta, como riesgo y como deseo) deconstructivas. Te me vas a pervetir.

    Miraré de conseguir "El arte y la sombra". Yo voy despacito en arte, estoy con Adorno y con Kant (lo sublime y lo bello), pero tampoco quiero distraerme mucho ahora. Espero que te gustase el libro.

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  4. Definición de literatura: "cualquier texto que implícita o explícitamente signifique su propia modalidad retórica y prefigure la malainterpretación de qué será objeto como correlato de su propia naturaleza retórica, es decir, de su retoricidad. (...) Ese constante nombrar la nada es lo que llamamos literatura. (Paul de Man)

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